Para que no te quedes sin verla: La exposición ‘Línea de Agua’ extiende su temporada.

Debido a la extraordinaria acogida del público, coleccionistas y expertos, la Galería Sextante anuncia la extensión de la exposición Línea de Agua (aguas bajas) del fotógrafo y explorador natural Diego Amaral. La muestra permanecerá abierta hasta el 23 de diciembre de 2025 y reabrirá nuevamente en enero de 2026, permitiendo que más visitantes puedan recorrer este poderoso diálogo entre agua, tiempo y piedra.

“Cuántos milenios tuvieron que dialogar lo más blando y transparente con lo más duro y opaco, para entregarnos estos mensajes llenos de revelaciones. Es una cercanía de siglos lo que permite que la huella del agua permanezca en la piedra, y nos cuente de unas edades en las que no estaban aquí todavía estos invitados de última hora que son la vida y la muerte. . Porque antes de la vida hubo acción y antes de la muerte hubo misterio. Y dioses inaccesibles a los asedios del lenguaje tuvieron sus reinos de firmeza y de permanencia, de fluidez y de transparencia. En el instante eterno de la fotografía, y en el instante patético de la vida, vemos asomar a esos seres casi intemporales, que tienen lo que no tendremos nunca: una duración cercana a la eternidad, y que nos dicen que ellos están allí para permanecer, para nombrar milenios de trazos misteriosos, y que nosotros debemos aprender a estar felices de nuestra brevedad, del éxtasis de la pupila que ve en un instante el relámpago de las formas y se sumerge enseguida en un abismo aún más misterioso. “¡Adios!”: eso es lo que le dicen el agua al pétalo y la piedra a la carne.
William Ospina, escritor. Sobre Línea de Agua

Compuesta por nueve fotografías en gran formato, la serie registra las huellas líquidas que el río Orinoco deja sobre las piedras monumentales de su cauce, vestigios que guardan milenios de historia geológica en el corazón del escudo guayanés..

La memoria mineral: el reino que antecede lo humano

Tomadas durante una excursión por el Orinoco en 2019, las fotografías responden tanto al rigor científico como a la sensibilidad estética del artista. Amaral logra capturar la respiración silenciosa del reino mineral, una presencia que antecede toda historia humana.

La curadora de arte María Belén Sáez de Ibarra, profundiza en esta dimensión:
Línea de Agua, de Diego Amaral, nos devuelve al reino que hemos olvidado: el mineral, esa raíz primera de la que venimos y a la que pertenecemos. En las rocas del Orinoco —cuerpos antiguos, casi inmortales— se revela una memoria que antecede cualquier historia humana (…). Estas imágenes son un recordatorio de nuestra ancestralidad mineral: la presencia de aquello que permanece, que resiste, que guarda en su dureza una valentía que no necesita pronunciarse (…) En Línea de Agua, la piedra se vuelve origen, memoria y futuro. Un tiempo más largo que el nuestro —más sabio, más sereno— nos invita a volver a escuchar la fuerza que sostiene la vida desde el silencio”.

Su reflexión sitúa la obra dentro de una búsqueda profundamente contemporánea: reconectar al espectador con la duración de la naturaleza más allá de la vida humana.

La técnica: un registro de precisión y asombro

Impresas sobre papeles y lienzos fine art, las obras ofrecen una resolución que permite percibir la textura geológica en detalle. La paleta en blanco y negro sepiado acentúa la sensación de documento antiguo, como un mapa sobreviviente al paso del tiempo.

Sobre esta dimensión visual, el crítico de arte Giorgio Antei afirma:
“Más allá de cualquier consideración técnica, en su obra se percibe el alcance último de la fotografía: esa nostalgia de la pintura y, al mismo tiempo, la aspiración a una expresión autónoma, donde la tecnología óptica se vuelve instrumento puramente estético. Lo más conmovedor es la verdad sin tiempo de los ciclos naturales, la manera como has sabido captarlos y restituirlos. Pisar las huellas de Humboldt ya es en sí una emoción; por eso, esta exposición no podía ser sino de Diego Amaral.”
 
El montaje: un recorrido por la geografía del Orinoco

La instalación invita a una experiencia contemplativa. Siete piezas de 100 × 150 cm y dos de 128 × 260 cm dialogan con un mapa de Humboldt del Nuevo Reino de Granada —ubicado sobre el piso de la sala— que inscribe geográficamente la presencia del río Meta y el Orinoco.

El periodista Eduardo Arias, editor cultural de Revista Cambio, describe la muestra como:
“Una serie de nueve fotografías ampliadas en gran formato en las que Amaral combina sus sensibilidades de artista gráfico y naturalista para develar la huella que dejan las aguas del río Orinoco cuando logra su máximo caudal.”

Y el galerista Mario Jaramillo resume la experiencia desde la percepción sensorial:
“En la exposición de Diego Amaral, el Orinoco no se muestra: se respira. En estas fotografías, el tiempo no se mide: se siente. El Orinoco, más que un río, se revela como un archivo vivo.”
 
Línea de Agua (aguas bajas) es un encuentro entre ciencia y arte, donde la observación de Diego Amaral se conjuga con su sensibilidad estética. A través de esta obra, Amaral comparte e invita al espectador, no solo a sentir el asombro y a descubrir los secretos vitales subyacentes en estas piedras sino también a encontrar la contemplación estética de sus formas geológicas.
 
Para Fernando Gómez Echeverri, crítico de arte y editor de la revista Bocas:
“La obra de Diego Amaral nos recuerda, con una contundencia absoluta, con el volumen de las piedras, con la presencia del agua, con su blanco y negro sin grises, nuestro patético lugar en el mundo y el precio de nuestra arrogancia.

Sobre el artista: Diego Amaral Ceballos

Fotógrafo, editor y explorador natural, Amaral (Bogotá, 1958) ha dedicado más de cuatro décadas al diálogo entre imagen, ciencia y paisaje. Formado en Historia del Arte y Literatura Comparada en la Universidad de Brown, su trabajo combina una aproximación estética con una rigurosa observación biológica y geológica.

Fundador de Zona Ltda. en 1987 (hoy Amaral Diseño) y de Amaral Editores en 2011, ha desarrollado importantes proyectos editoriales sobre arte, arquitectura y botánica. Sus series Geologías, Biologías, Vanitas, Humanidades y Especímenes exploran la memoria natural y la relación entre lo efímero y lo permanente.
https://diegoamaralceballos.photography/

El río Orinoco, una de las grandes arterias fluviales de América del Sur, nace en la Sierra Parima, en la frontera entre Venezuela y Brasil, y recorre más de dos mil kilómetros hasta desembocar en un extenso delta frente al Atlántico. A lo largo de su trayecto atraviesa selvas, sabanas y llanuras, siendo fuente de vida para innumerables especies y comunidades que han tejido en torno a él sus culturas y cosmovisiones. Más que un río, el Orinoco es un territorio en sí mismo: un espacio de memoria natural e histórica, donde el agua, la piedra y el tiempo se entrelazan como huellas de permanencia y transformación; un escenario de mitos y expediciones, de memorias culturales y huellas geológicas. Caminar su mapa —como propone la instalación en la galería— es recorrer la historia de un río que ha marcado la vida y el imaginario de toda una región.

Primera temporada: Hasta el 23 de diciembre de 2025
Segunda temporada: A partir de enero 2026
Lunes a Viernes 10:00 a.m. a 6:00 p.m. y Sábado 10:00 a.m. a 2:00 p.m. 
Galería Sextante, Carrera 14 No. 75 – 35
 
Mayor información en www.artedos.com, IG @galeriasextante WhatsApp +57 3108837437, Correo: Mariaeugenianino@artedos.com

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